¡Buenas!
Quería contaros que el otro día estuve en las prácticas de Neuroanato y aluciné en colores porque ¡¡¡¡¡vimos médula espinal, tronco del encéfalo y cerebro!!!! Pero nada de dibujitos ni belorcios, ¿eh? De los de verdad. De esos que chorrean líquido de conservación.
Fue una pasada. Una experiencia sin igual.
Sin embargo, tiene su parte mala: da mucho mucho repelús ver los cadáveres con el cráneo abierto y oír (más que ver, oír) cómo el profesor arranca de cuajo el cerebro, porque suena algo así como "crac", parecido al sonido que emiten las ramas cuando las arrancas del tronco de los árboles.
Y ver un cuerpo que antes fue una persona que hablaba, se movía, sentía... tirado boca abajo en una mesa de metal, fría y desangelada, con la médula espinal arrancada de cuajo y la parte superior del cráneo cortada como si fuera un sombrero,con los ojos en su sitio y la piel de la cara que se bambolea a tiras... Con el cráneo vacío, sin cerebro, sin ningún vestigio de lo que alguna vez fue humano... hizo que se me revolviera el estómago.
Totalmente. Fue la primera vez que he sentido reparo de verdad en unas prácticas de Anatomía.